"TRAYECTANDO" EL PERÍODO INICIAL
Según la Real Academia Española, Adaptar significa amoldar, acomodar una cosa a otra, cambiar una cosa, modificarla o ajustarla para que sea válida, sirva, funcione, etc., en una situación nueva y con características distintas
Marzo se acerca lleno de incógnitas. Los docentes evocamos a todas nuestras estrategias para llegar a conformar el espacio áulico que nos acompañará el resto del año: decoraciones, entrevistas, cumpleaños, consignas, pero sobre todo las actividades que nos permitirán entablar el tan ansiado vínculo con nuestros alumnos.
Cuando las salas son de niños más grandes, e incluso de niños que ya han concurrido al Jardín, podemos tener cierta idea de sus gustos, sus preferencias, las características del grupo y de algunos alumnos en particular.
No obstante, generamos espacios lúdicos para conformarnos como ese referente educador al que ellos recurrirán no solo para aprender, sino también para resolver, para relacionarse, para calmar angustias, miedos, para dar abrazos...
Los períodos de adaptación son muy variados, y son tan únicos e irrepetibles como los niños, pero es importante saber que hay factores comunes que una docente puede observar a lo largo de su experiencia y que le ayudarán a entablar en forma conjunta con los padres las mejores estrategias para sobrellevar el primer impacto que genera en el niño este enfrentamiento a un mundo nuevo.
En edades tan tempranas como la SALA DE 2 AÑOS, el espacio lúdico debe generar en el niño suficiente interés como para primar por sobre este impacto.
Pero como dijimos en los anteriores posteos, toda instancia nueva requiere una adaptación. Por eso plantearemos aquí una serie de actividades que podrán ser diseñadas en su planificación a modo de recorrido o trayecto dividido por ejes, para avanzar en esta primera etapa tan decisiva. Recordemos que los Trayectos contemplan tendencias constructivistas y cognitivas del aprendizaje, teniendo en cuenta aquello que esperamos que se aprenda, las actividades, los contenidos o habilidades y una consiguiente evaluación al finalizar. Ustedes sabrán adaptarlo a su grilla de planificación.
ACTIVIDADES DE ESTIMULACIÓN ÁREA PERSONAL Y SOCIAL
Objetivos y propósitos:
Crear un vínculo afectivo docente – niño.
Desarrollar el autoconocimiento
Iniciar al niño en el proceso de socialización.
Promover su autonomía.
Comenzar a desarrollar sentido de pertenencia con el jardín.
Jugamos con sábanas y pelotas escondidas. Invitamos a los niños a esconderse también y a jugar libremente conociendo el nuevo espacio.
Perseguimos las burbujas. La señorita crea burbujas para poder jugar libremente.
Jugamos con sábanas y globos escondidos. Los globos van al cielo, caen, los volvemos a esconder. Música tranquila para acompañar.
Nuestro muñeco tiene calor. Jugamos a bañar a un muñeco que traemos de casa, con esponjas y palanganas.
Jugamos con polenta. En grandes recipientes, se invita a los niños a explorar el material incorporando también recipientes distintos. Desarrolla también su motricidad, su sensopercepción y coordinación.
Jugamos con las botellas mágicas. Las hacemos rodar, conversamos, nos desplazamos con ellas. Estimula también su motricidad y desplazamientos. Nos llevamos una botella mágica a casa (botellas fabricadas con agua, y otros objetos llamativos, bien cerradas, con un piolín en su cuello).
Conocemos el jardín con binoculares hechos con tubos de papel higiénico. Vamos investigando para ver con qué nos encontramos a cada paso. Estimula también el lenguaje mediante la descripción, la motricidad, los desplazamientos.
Proponemos disfraces y pinturas dentro de la carpa de la salita. Mediante esta actividad, estimulamos la imitación diferida y el juego simbólico.
En todas estas actividades enunciadas las áreas estimuladas se entrecruzan, con una fuerte tendencia a lo motriz. De todas formas, su planificación es orientada desde lo socioafectivo por tratarse de un período de adaptación en donde tales objetivos tienen prioridad.
Incorporaremos entonces las rutinas diarias, de gran importancia en este primer escalón a la socialización y a las normas compartidas.
El saludo. Nos saludamos con canciones. En un comienzo en la sala y luego incorporando el saludo a la bandera.
Higiene. El momento de lavarse las manos, previo a la merienda o luego de una actividad, incorporado como rutina, desarrollando paulatinamente su autonomía.
Merienda: Momento social para compartir, con normas de comportamiento incorporadas progresivamente.
El momento de compartir: Hacemos una ronda de almohadones y compartimos galletitas a los amigos. Con esta actividad iniciamos a los niños en el respeto de turnos.
El momento del descanso: Invitamos a los niños a descansar con almohadones. La docente los acaricia con sus manos, cosquillas con pinceles, con títeres, promoviendo el contacto afectivo, con música acorde.
El cuento y las canciones con guitarra: Momentos con objetivos específicos de área, pero que invitan a la incorporación de rutinas y al disfrute personal y grupal.
ACTIVIDADES DE ESTIMULACIÓN ÁREA PSICOMOTRIZ
Objetivos y propósitos:
Explorar diferentes formas de desplazamiento.
Desarrollar el equilibrio.
Adecuar el movimiento al nuevo espacio del jardín.
Estimular la coordinación visomotora.
El niño de 2 años comienza a vivir el mundo, explorándolo con una fuerte tendencia motriz. Percibe el espacio, los objetos y los otros a través de sus sentidos, incorporando progresivamente esta “información” del medio a sus esquemas de representación interna.
Todas las actividades planificadas desde el área psicomotriz tendrán fuerte incidencia en lo social, sobre todo durante este período de adaptación, permitiendo el acercamiento al nuevo grupo de pares y docentes a partir del disfrute, en lo cognitivo brindando aportes relacionados a nociones espaciales, de forma y color y en el lenguaje a partir de interacciones tanto espontáneas entre niños como intencionales mediante la intervención docente.
De allí que se enumeren mayor cantidad de actividades relacionadas con esta área, a simple modo organizativo, pero considerando que las todas las áreas se entrecruzan cuando podemos visualizar al niño en su integridad al momento de relacionarse con el mundo.
Jugamos con cortinas de crepé.
Jugamos con cortinas de celofán.
Jugamos con cortinas de diarios.
Estas actividades estarán preparadas como sorpresa al ingresar los niños a la sala, jugando a las escondidas detrás de ellas, con música suave y acorde (“Melodía de las aguas”)
Armamos un laberinto de sábanas en la sala. Nos perseguimos.
Jugamos con harina y distintos envases. Al igual que con la polenta, apunta a la manipulación de objetos, favoreciendo la coordinación visomanual.
Hacemos masa con harina. Manipulamos, intentamos reproducir lo que hace la señorita (bolitas, pizzas). Juntamos ramitas en el parque para decorarlas.
Jugamos con espuma de afeitar. Vivimos su textura, su olor, su color.
Incorporamos témpera.
Incorporamos brillantina.
Juegos motrices con piñatas. Nos desplazamos, nos escondemos, las levantamos.
Juegos motrices con pompones. Estimulamos mediante consignas: los guardamos adentro de una caja, los paseamos con sábanas, los hacemos volar.
Jugamos con porras. Orientamos la actividad para desarrollar la ubicación espacial a un lado, al otro, arriba, abajo. Nos hacemos cosquillas.
Las cajas. Jugamos libremente con ellas, nos desplazamos dentro, incorporamos objetos, adentro y afuera. Los trasladamos.
Las cajas y las pelotas. Ubicadas a cierta distancia, estimulamos el traslado de las pelotas hasta la caja para guardarlas dentro. Favorece el desplazamiento y la ubicación espacial.
El caminito. Por un camino recto de sábanas, nos desplazamos. Luego puede ser de sogas. Favorecemos el equilibrio y el desplazamiento.
El caminito sinuoso. Vamos incorporando variantes a la misma actividad, adecuando el movimiento.
Jugamos con aros. Momento de libre exploración. Luego armamos un caminito, saltamos dentro y fuera.
Desplazamientos. Nos desplazamos como animales imitando sus sonidos. Favorece, aparte del aspecto motriz, la imitación diferida.
Jugamos con distintas canciones orientadas a nombrar y tocar distintas partes del cuerpo. Incorpora también al lenguaje nuevas palabras.
Armamos torres con cubos y encastres simples. Es una actividad fuerte de evaluación relacionada a su motricidad fina.
Dibujamos con tizas en pizarrones, en afiches, en el camino de entrada. Apunta a iniciarlos en el movimiento de pinza, a su coordinación visomotora y a fomentar el área grafoplástica.
ACTIVIDADES DE ESTIMULACIÓN DEL ÁREA COGNITIVA
Objetivos y propósitos:
Desarrollar nociones de permanencia y cambios en los objetos.
Explorar diferentes objetos y su ubicación en el espacio.
Favorecer la exploración del entorno.
Jugamos con autos de juguete. Luego de captar su interés, escondemos el objeto y preguntamos dónde se encuentra.
Invitamos al niño a esconder objetos.
Incorporamos dos colores. Escondemos los autos guiando con preguntas ¿Está en la caja azul? ¿Está en la caja roja?.
Con esos mismos colores, jugamos con pelotas. Intentamos clasificarlas guardándolas en dos cajas forradas del mismo color.
Actividades planificadas desde lo motriz, favorecen nociones cognitivas relacionadas con la ubicación espacial, dentro y fuera, arriba y abajo, etc.
Incorporamos progresivamente algunos juegos de estimulación del pensamiento lógico matemático (sobre todo ensartados y encastres de complejidad simple, que favorecerán también la motricidad fina, brindarán información sobre forma y color y ayudarán en la tarea de diagnóstico)
ACTIVIDADES DE ESTIMULACIÓN DEL ÁREA DEL LENGUAJE
Objetivos y propósitos:
Fomentar la comunicación entre pares.
Ampliar progresivamente su vocabulario.
Mejorar la pronunciación.
Favorecer el interés por la exploración de diferentes portadores de texto.
El momento del cuento. Narración diaria de cuentos, con apoyo desde lo gestual y desde las onomatopeyas. Pequeñas representaciones. Luego de la narración, invitamos a los niños, con preguntas claves, a la descripción de las imágenes del mismo.
En una caja sorpresa, la docente prepara objetos de uso diario (toallas, peines, tenedor, etc). Sacando uno por vez, invitamos a los niños a nombrarlos y contarnos su uso.
Obra semanal de títeres. Jugamos luego con los títeres. La señorita los invita a hablar como títeres.
Jugamos con un micrófono. Hablamos con el micrófono y escuchamos nuestra vos a través del mismo.
Jugamos al juego del tambor y la canasta. El tambor acompaña a la señorita mientras canta y dice el nombre de un niño invitándolo a poner un objeto determinado en la canasta. Ayuda a conocer el nombre de distintos objetos del entorno ampliando su vocabulario.
Todas las actividades enunciadas SON ADAPTABLES A CUALQUIER SALA Y EDAD. Los niños tienen una gran predilección por este tipo de actividades, pueden incorporarse búsquedas del tesoro, complejizarse según la Sala y de esta manera, sin lugar a dudas, propiciarán la adaptación del niño a este nuevo contexto y permitirán realizar un diagnóstico tanto individual como grupal.
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