TODOS HEMOS SIDO NIÑOS Y NIÑAS
La escuela debe entenderse en su función de doble agente de transmisión de cultura: infancia y familia convocan en la misma misión... como única forma de recuperar esas infancias traducidas en adulteces actuales.
Es decir, no trabajamos sólo con las infancias de hoy y mañana, sino vengando también las infancias de ayer...
Todas las personas mayores han sido infantes, pero pocas lo recuerdan...
... Cuando somos niños y niñas podemos volcar en un papel todo aquello que sentimos con un par de garabatos que a menudo los grandes no entienden.
... Cuando somos niños y niñas somos capaces de cantar bien fuerte aunque nuestra voz no sea bella.
... Cuando somos niños ypoco nos niñas cuesta llorar o reír, lo hacemos cuando lo sentimos necesario.
... Cuando somos niños y niñas poco nos cuesta llorar o reír, lo hacemos cuando lo sentimos necesario.
... Cuando somos niños y niñas no sabemos compartir un juguete, pero sí nuestros tesoros y una tarde de juegos y sonrisas.
... Cuando somos niños y niñas el mundo se hace pequeño como nosotros y nada nos parece inalcanzable...
Cuando vamos creciendo...
... No osamos dibujar si no sabemos.
... Nos avergüenza cantar fuerte y con ganas.
... Comenzamos a sentir la molestia de la arena de la plaza.
... Nos limitamos en nuestras risas y nuestros llantos.
... Nos empeñamos en compartir sólo lo que nos sobra.
... Nos empequeñecemos ante el mundo y hasta lo esencial nos parece un imposible.
¿Qué nos pasa en el camino?
A veces sería bueno encontrarnos con aquel niño o niña que fuimos en el adulto que somos, compartir un rato su infancia, cantar, expresar, dibujar, jugar y volver a sentir al mundo pequeño y en la palma de la mano.
Obra de arte Elizabeth Aguillón.
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