¿Puede el yoga acompañar el aprendizaje?

"Sembrad enseguida la semilla de los buenos hábitos. Crecerá poco a poco"

Sivananda.

Sabemos que, a menudo, las infancias se ven sometidas a largos períodos de atención selectiva. Esta atención, produce un agotamiento físico y mental. Esto a su vez, repercute en todo el factor grupal.

A veces, la escalada va subiendo y nos cuesta que nuestros alumnos y alumnas vuelvan a la calma.

¿Puede el yoga aportar elementos y hábitos que contribuyan a esta situación?

Podríamos conversar largo y tendido sobre las virtudes del yoga y aportar cómo, en su visión holística e integral del individuo, puede ser un interesante ángulo para enriquecer nuestras jornadas en Jardín.

Comencemos por pensar que, el concepto central para desarrollar en una fundamentación, es la necesidad de centrarnos en la pausa.

• Permite liberar tensiones físicas, mentales y emocionales.

• Generar un mejor clima en la sala.

• Mejora las relaciones interpersonales.

La práctica regular del yoga unifica los dos lados del cerebro y permite una relajación total que invita a disfrutar del momento de aprendizaje.

Es interesante crear un momento y un espacio que invite a...

• Podemos propiciar un rincón con mandalas, botellas sensoriales, almohadones, cajas musicales. Allí podrán ir cuando lo necesiten.

• Como nos encanta el arte, no podemos dejar de pensar en mandalas para colorear y también para crear por ejemplo con tapitas de gaseosa de distintos colores. Los mandalas son representaciones simbólicas espirituales, que invitan a la concentración y calma.

• Generar momentos de pausa. Entre actividades o al regreso de un recreo, invitarlos a respirar de manera consciente. Sumar movimientos simples progresivamente: girar la cabeza hacia un lado y al otro, decir que no y que sí, dibujar círculos con los hombros, estirar los brazos. Podemos respirar por nariz y boca o sólo por nariz. Enriquecer con música suave.

• Incorporar luego algunas posturas simples. Nos dedicaremos a ellas en otra entrada de blog.

Por lo pronto, la sugerencia es comenzar por estos pequeños cambios que permitan desacelerar la inercia de la rutina diaria. Será beneficioso para ellos y para nosotros.