PROTOCOLO DE COLORES
Allí donde se cruza el deber, el querer, el poder, y el no poder...
Junio.
Invierno. Bufandas, guantes, gorros y camperas conforman el nuevo vestuario dentro de las salas.
Ventanas abiertas, viento, frío.
Algunas mantas y frazaditas.
La eterna duda, si hace más frío afuera o adentro de las salas.
El escenario no es el ideal. Claro está.
En su diversidad, la aplicación del protocolo y la convivencia con el mismo me recuerda a la paleta de colores. Tantas posibilidades y combinaciones!
Lugares donde el protocolo se cumple a rajatabla. Barbijos, máscaras, sanitización permanente. Aún así, el virus se instala con la fuerza de un vendaval.
Lugares donde los adultos nos miramos y descubrimos el propio compromiso, o la ausencia del mismo.
Lugares donde falta lo esencial, donde sólo hay, en ocasiones, una suma de buenas intenciones y escasos recursos.
Abrazos que pensamos imposibles en marzo pero que se dieron, porque comprendimos que lo imposible en Jardín es no tocarse.
Meriendas y desayunos con nuevas reglas.
Protocolos relacionados con la socialización... la bandera del Nivel Inicial. Infancias que necesitan tocar el mundo. Niños y niñas que necesitan compartir tiempo entre pares. En el medio, el miedo.
¿Se dieron cuenta que medio y miedo se escriben con las mismas letras?
Protocolos relacionados con la práctica pedagógica...
Propuestas adaptadas, contenidos adaptados, materiales adaptados. E hicimos lo que pudimos.
Presencial, virtual, mixto.
Protocolos relacionados con la comunicación con las familias...
Cuadernos que ya no están, mails, WhatsApp. Algunos no lo echamos de menos.
Hemos podido catalizar cuáles eran las informaciones necesarias, cuáles las imprescindibles, cuáles las prescindibles...
Lo cierto es que nos seguimos encontrando en el Jardín, con nuestro protocolo a cuestas. Protocolo de colores, amarillo como el sol que sale todos los días, verde esperanza, alerta rojo, azul como la noche y el mar, celeste y blanco como la bandera, protocolo multicolor. Presencias virtuales, presencias tocables. Pero NUNCA hablaremos de distancias.
¿Cómo podríamos pensar que la distancia era una opción en la primera infancia?
Creo y sostengo que hemos hecho lo humana y docentemente imposible.
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