No es tan fácil ser bajito

Sí, he comenzado el Jardín de Infantes... y si ser adulto es una complicación, pónganse en mi lugar.

Estoy empezando a dejar de lado la felicidad de ser un bebé, épocas bellas en las que no tenía que pensar en interrumpir mi juego para ir al baño. Por eso a veces tengo accidentes que es necesario que comprendas

Prefiero que no me digan todo el tiempo hacé esto o lo otro porque ya sos grande. Prefiero pensar que ya no soy un bebé pero que aún soy chiquito, un chiquito al que le gusta sentirse importante frente a otros más pequeños.

Voy adquiriendo grandes logros y me gusta que me estimulen festejándolos, y siempre diciéndome “VOS PODÉS” es como voy a llegar a mis metas.

Sé que soy un poco haragán para juntar mis cosas, pero si vos las juntás ya no n

ecesitaré aprender a hacerlo.

A veces me siento angustiado y tengo regresiones. Es que me sentía más seguro en mi anterior puesto de bebé.

Estoy descubriendo mi sexualidad y lo que me hace diferente del otro. No me censures: orientame.

Mi juego preferido es la imitación, y los elegidos son mis adultos significativos: papás, docentes, abuelos. Es importante que me demuestres con el ejemplo lo que debo o no debo hacer, allí estarán mis ojitos mirando para luego repetirlo.

Soy muy egocéntrico, pero es en el contacto con los otros cuando aprendo a compartir e interactuar. Sentate un ratito conmigo y olvidate por unos instantes del trabajo y de la casa.

Me gusta que me lean cuantos. Amplía mi vocabulario, enriquece mi imaginación llevándome a un mundo abstracto que debo representar en mi mente. Tomalo como un momento diario para compartir entre papás y niños. Si es antes de dormir, será una hermosa puerta hacia mis sueños.

Hablame claro y aprenderé a hacerlo del mismo modo. Nuestra lengua es amplia y me gustan los sinónimos.

Para aprender necesito que sean cosas que me interesan y que siempre complejicen lo que ya sé, que lo pongan en jaque para tener la necesidad de conseguir nuevos saberes.

Si comprendo que lo que sé no me alcanza, buscaré en nuevos saberes las herramientas para resolver este problema.

Por último, mi infancia es única Y QUIERO DISFRUTARLA. De tu mano, jugando, cantando, con cuentos y chupetines, podrás dejar en mí la huella que haga en un futuro, una persona con valores capaces de cambiar el mundo.

Seré tan solo un granito de arena. Pero si ponemos en el mar un grano de arena, ya no vuelve a ser el mismo. En algo lo habremos cambiado...