La máquina del tiempo...

¿Qué ocurrirá el día en que la humanidad logre diseñar una máquina para atravesar el tiempo?

Podremos quizá viajar al pasado, para remediar lo que hasta hoy es irremediable, de pronto se me ocurre...

Evitar que zarpe el Titanic...

Correr a Hitler del escenario mundial,

Detener el avión hacia Hiroshima,

Desactivar Chernóbil antes de la tragedia,

Y tantas otras cosas más...

En el plano de lo casero, lo cercano, lo inmediato...

Habrá quien se conforme con abrazar a ese ser querido que ya no está,

o volver a ver bebés en nuestros hijos adultos,

o estar nuevamente en ese sitio deseado...

Pero casi de inmediato surge el peligro del efecto mariposa, de la teoría del caos...

¿Acaso algo de lo que cambiaríamos, tocaríamos, desataría el huracán?

Mientras tanto, podemos hurgar en el futuro...

Viajar hacia adelante...

En el imaginario de ciudades flotantes, autos voladores y bibicletas supersónicas...

Ciudades sin pandemia,

Asépticas,

metálicas...

Quizá lo que veamos no nos guste demasiado, nos sabremos quién habitará este mundo de mañana o de que endemoniada manera el destino se cobrará todos nuestros desaciertos...

Mientras tanto caminamos en el presente...

Y nos concentramos entonces en el ahora,

que será el pasado de ese futuro,

que es el futuro de ese pasado,

que es el lugar concreto donde la naturaleza, Dios, el cosmos, o la fuerza superior en la que se cree nos puso para cambiar el rumbo de las cosas...

¿Qué estamos haciendo al respecto?

Quizá no sea tan necesaria la máquina del tiempo, quizá lo que estamos necesitando es, de una vez por todas, aprender a cambiar las cosas justo en el momento en el que se lo necesita.

¿Qué hiciste hoy para cambiar el mundo?