¿Qué es esto? Es un libro!

"La literatura es una de las producciones humanas más importantes para la formación de los niños, pues su materia es la palabra, el pensamiento, las ideas y la imaginación, exactamente aquello que distingue o define la especificidad de lo humano"

Nelly Novaes Coelho

En época de globalización, en tiempos de pantallas y redes sociales, la textura mágica de las hojas de un libro se asemeja a un tesoro perdido por recuperar.

En ese camino, se construyen interesantes reflexiones acerca de las propias historias, y como toda herencia cultural uno comienza por rescatar la importancia de aquello que se transmite, como necesario y determinante.

Algo aún nos invita como padres a pensar en lo maravilloso de sumergir a nuestros hijos en la literatura desde la más temprana edad. En ese diálogo siempre abierto sostenemos firmemente que hay un patrimonio que merece la pena ser transmitido de generación en generación. Aún pensamos en García Márquez y los tiempos de Macondo, recordamos los molinos de viento del Don Quijote y citamos con liviandad el ser o no ser de Hamlet.

Algo en nuestra memoria colectiva, inconsciente y a veces incierta, nos muestra un camino de revalorización de la literatura, como un universo vasto que aún no ha sido descubierto del todo.

Aún nos detenemos en las vidrieras de las librerías, esperando ver algún nuevo capítulo de magia, alguna novedad politica...

La literatura es, como sostiene Yolanda Reyes en La Sustancia Oculta de los Cuentos, un hilo en la memoria.

Antes de empezar a leer, probablemente una voz amada nos contó algún cuento... Deberíamos seguir ese hilo de la memoria no sólo para evocar el rostro , sino el tono de voz, esas manos que iban señalando reinos y palacios lejanos. Ahora que ya olvidamos algunas cosas de entonces, seguramente nos acordamos algunos retazos de historia, alguna fórmula mágica de inicio, había una vez...

En el acto sublime de la lectura y la narración, sólo se percibe el vínculo que une a lector y oyente, cuerpo a cuerpo, cara a cara. Pues bien, yo creo que de eso se trata la literatura, de convertirse en la voz que cuenta, la mano que abre puertas prohibidas y secretas, la mente que desentraña misterios sin resolver.

Leemos para conversar, y aún cuando no es otro el que nos lee, leemos para conversar con nosotros mismos, imaginando la esencia casi abstracta que nos ofrece el libro.

Y esto, queridos lectores, sólo se logra a través de sus páginas maravillosas.