EL PODER DEL PEÓN
Los peones son la vida misma de este juego. Son los únicos que forman el ataque y la defensa.
Philidor
En cada movimiento tenemos que hacer una evaluación sobria del curso de la lucha. Libros de ajedrez y especialistas en la materia nos enseñan que se requiere la consideración de muchos factores estáticos y dinámicos (posición de los reyes, el material de (des) equilibrio, el centro, los puntos débiles y fuertes, el espacio, quien es dueño de la iniciativa, etc.)
La formación de peones ocupa un lugar destacado, y la mayoría de las veces merece la prioridad entre estos elementos. A pesar de los peones son los más «débiles» las unidades del ejército, ellos tienen características especiales que a menudo determinan el carácter de la posición y el plan estratégico a seguir.
Vamos hacerle frente, uno de las cosas más difíciles en el ajedrez es de entender realmente el papel y el poder de los peones.
Los peones son por lo general los más adecuados para resguardar casillas. Ellos son el mejor medio de bloquear los peones enemigos, o, por el avance, la apertura de las filas y diagonales vitales, creando debilidades en el campo contrario y teniendo casillas importantes lejanas de las piezas enemigas.
Así por ejemplo, un ataque masivo de peones es una estrategia ajedrecística en la cual varios peones se mueven con rapidez hacia el campo enemigo. Esta estrategia generalmente involucra a los peones adyacentes que se encuentran en cualquier lado del tablero (Flanco de rey o de dama).
A veces quienes miran de afuera, quienes nunca se acercaron a un tablero de ajedrez, denostan el poder que tienen los peones durante el juego.
No se equivoquen. No son las piezas frustradas que se pasaron la vida queriendo ser la dama.
El peón no es una ficha fracasada. Libros enteros se han dedicado a analizar este poder inequívoco de la pieza fundamental del ajedrez.
Cuando alguien tiene que caer, el peón ofrece su vida sin demasiadas vueltas, se entrega con convencimiento absoluto de que eso determina el éxito final de la partida.
No se confundan, ya que del accionar de los peones depende cada jugada maestra que se da dentro del campo.
En estos días de absoluta incerteza, de emociones encontradas, de opiniones infundadas y demás yerbas, simplemente me vino a la mente la imagen del peón.
No más que eso... algo para compartir entre peones. Los peones nos reconocemos entre nosotros y nos sabemos más importantes que la dama.
Un comentario, para quienes nunca pisaron JAMÁS un tablero de ajedrez y son capaces de comprender la magia que se produce allí.
Cualquier semejanza con la realidad educativa, es pura coincidencia.
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