Enseñar a cuidar el agua, enseñar a cuidar la vida.
Cada 22 de marzo se conmemora el DIA MUNDIAL DEL AGUA. Muchos establecimientos educativos organizan actividades propicias, para fomentar la conciencia respecto a la importancia del cuidado de uno de los elementos más esenciales en la vida del ser humano, casi a la par con el aire.
Pero...
¿Cómo contribuimos padres y escuela en la formación de hoy niños mañana jóvenes y adultos responsables ecológicamente hablando, que puedan ayudar a subsanar todos aquellos errores que nos han llevado a la emergencia en cuanto al cuidado de nuestro planeta se refiere?
El agua es una fuente de vida insustituible y fundamental para el desarrollo de la sociedad. Además de ser esencial, el agua es un recurso agotable y cada vez más escaso a escala mundial.
Por ello, si logramos disminuir el consumo de agua potable, contribuiremos a preservar el medio ambiente y a mantener la calidad del servicio. Al mismo tiempo, podremos favorecer nuestra condición de vida y construir un importante vínculo solidario.
Por estas razones, es imprescindible que hagamos un uso apropiado del recurso.
Algunos datos de consumo:
El consumo de agua necesario por persona para vivir se estima en 80 litros diarios. Sin embargo en nuestro ámbito de concesión se consumen, en promedio, 300 litros diarios por persona.
Una canilla abierta verte entre 6 y 7 litros de agua por minuto.
Las piletas de material tienen entre 50 mil y 70 mil litros de capacidad de agua.
Las piletas de lona contienen entre 5 mil y 10 mil litros de agua.
Una canilla que gotea desperdicia 12 mil litros de agua anuales.
Un tanque de inodoro que pierde agua dilapida entre 34 mil y 80 mil litros por año
(fuente ABSA, Aguas Bonaerenses S.A)
Aquí será importante entonces organizar políticas de cuidado que involucren diariamente a los niños, por ejemplo:
Acompañarlos al lavarse las manos y orientarlos en relación al cuidado del agua.
Organizar campañas con afiches y actividades varias para compartir los conocimientos que vayan adquiriendo.
Realizar encuestas en relación a las acciones diarias que realizan las personas en cuanto al cuidado del agua.
Juegos de mímicas: realizar acciones que permitan ver cuidado o despilfarro del recurso.
Y por último y fundamentalmente DAR EL EJEMPLO. De nada sirve intentar dar aquello que no se tiene. La mejor manera de crear conciencia ecológica es tenerla, hacerla efectiva en cada acto, demostrar que somos partícipes activos de una nueva generación que pretende hacer de este mundo un lugar mejor para vivir.
Los invito a visitar en nuestra página el Proyecto Ecológico.
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