La confianza en las propias posibilidades y la convivencia con las frustraciones: enseñar a transita
Según el psicoterapeuta canadiense Nathaniel Branden, "la capacidad de desarrollar una confianza y un respeto saludables por uno mismo es propia de la naturaleza de los seres humanos, ya que el solo hecho de poder pensar constituye la base de su suficiencia, y el único hecho de estar vivos es la base de su derecho a esforzarse por conseguir felicidad" .
Hace tiempo, consultando con varios profesionales de la Educación y Psicólogos, he indagado en las cuestiones comunes a los niños de hoy: la frustración y el desencanto parecen ser uno de los males actuales más habituales en la primera infancia y que se extienden generalmente más allá de la misma.
Niños que manejan a la perfección lo relativo a la comunicación virtual, capaces de deslizar su dedo y comunicarse con otra parte del mundo, pero que encuentran obstáculos notables al momento de comunicar sus deseos, sus necesidades, sus preocupaciones y angustias.
Niños que lloran desmedidamente cuando algo no les sale como ellos esperan que salga o cuando no logran algo en el momento y espacio que esperan.
Y detrás de esos niños, adultos preocupados...
Hemos instalado una generación de niños GENIOS. Hemos instalado una generación de niños cuya frase es NO PASA NADA.
Pues bien, cuando la realidad golpea con la fuerza de una ola y el niño descubre que hay cosas que debe aprender, que escribir con lápiz y en cursiva sigue requiriendo el mismo esfuerzo que hace años, que enhebrar unas maderas perforadas en un cordón no es tan sencillo, que ensartar una ficha en un rompecabezas no es cuestión de segundos sino que requiere tooda mi concentración.. ¿Cómo reacciona el niño? Llora. Se enoja. Abandona.
La inmediatez pareciera ser la culpable.
No queridos colegas, queridos padres, prefiero la palabra responsables, y en este caso los responsables somos nosotros.
Es nuestra responsabilidad:
Promover actividades que generen autoconfianza y auto-dependencia. Es decir, desafíos, actividades o situaciones que pongan en jaque lo que el niño sabe y lo inviten a desarrollar nuevas herramientas para de resolución.
Que el niño explore y pueda reconocer sus errores es primordial para la autoestima; debemos destacar en este punto qué el padre debe guiar al niño para que vea este error como un paso más de aprendizaje y no como el fin del mundo.
Ayudarlos a expresar sus sentimientos, generar un vínculo de confianza preguntando cómo se sienten, abriéndoles las puertas de la comunicación real en tiempos de comunicación virtual, y sobre todo que puedan mirarnos cerca de ellos cuando tengan que atravesar momentos decisivos.
De la misma manera que nos preocupa la salud física de nuestros niños, debemos atender a estas cuestiones emocionales que serán determinanetes en su vida de adultos. Una vacuna previene la aparición de una u otra enfermedad, entonces debemos procurar un espacio de prevención que invite al desarrollo de la confianza en sí mismos y la aceptación de ciertas frustraciones como base para el logro de habilidades posteriores.
Los tiempos han cambiado, debemos amoldarnos a ellos. Pero hay ciertos aspectos de la infancia que permanecen incólumes, ciertos aprendizajes que se deben transitar a partir del ensayo, la prueba y el error.
Cuando el niño logra darse cuenta que puede, que su esfuerzo ha valido la pena, comenzará a construir la confianza en sus propias capacidades como base incuestionable de su personalidad, de su autoestima, su autogestión y su futuro.
Después de todo, el niño comprenderá, expuesto a situaciones que desafíen su necesidad de inmediata resolución:
Que no hay una única manera de hacer las cosas, que pueden experimentarse diferentes caminos para llegar a los resultados esperados. Acá aparecerá de manera maravillosa la creatividad, la espontaneidad y sobre todo la paciencia.
Que de los errores pueden nacer cosas maravillosas, y que el hecho de aceptar y trabajar sobre éstos ya es un capital inconmensurable.
Que el apoyo de los adultos que lo rodean es fundamental, que ellos siempre estarán allí constituyéndose como seres significativos que acompañan, que limitan, que enmarcan, que resguardan...
En el video que adjunto, podrán ver todos estos aspectos reflejados, quizá compartirlo con los niños y analizarlo es una buena idea.
Allí también podremos descubrir que junto a ellos, también nos estamos dibujando nosotros mismos, como siempre les digo, con nuestras propias historias y nuestras propias valijas.
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