¿Quién se acuerda del Día de la Raza?
Si te llamó la atención el título de este post, es porque seguramente al igual que yo, fuiste educado en una escuela que celebraba el descubrimiento de América como una instancia de supremacía de una raza sobre otra... ¿Pudimos revertir la mirada?
En esta obra de Dióscoro Puebla, vemos la visión que durante siglos prevaleció en el mundo.
Sí, Colón vino por error a "descubrirnos", la Iglesia a evangelizarnos, y la cultura europea a... ¿Iluminarnos?
Y allí venía el niño, disfrazado de indio, ofreciendo su lenguaje inentendible y sus ropas extrañas.
Ofrecía una cultura perdida, de Dioses lejanos y tierras perdidas.
Se mostraba primitivo, temeroso, inseguro...
Llegaban las carabelas con sus sueños de cartón pintado, y dentro de ellas un Cristóbal Colón que por accidente había descubierto este paraíso perdido en el tiempo, dentro de la Tierra del Siglo XV.
Quedaron en el discurso popular los espejitos de colores, los primeros intercambios amables, las guerras descarnadas del después y la idea de que el habitante original por fin había sido "descubierto", como quien descubre un raro espécimen.
Con el tiempo, fuimos cambiando la mirada y aprovechamos para ver a ese pueblo originario que habitaba cada lugar de esta América, celebrando la diversidad... el mismísimo 12 de Octubre.
¿Cómo hemos avanzado en la mirada sobre la diversidad?
¿Acaso somos capaces de sabernos todos diferentes o seguimos insistiendo en la mirada de lo distinto como aquel raro espécimen que fuera descubierto en 1492?
Dentro de toda esta mirada que muchos de nosotros transitamos de adultos y pocos de nosotros vivimos de niños, aún resuena en nuestra memoria la fecha 12 de octubre...
Quizá sea tiempo de pensar cuánto de esto tiene de discursivo y cuánto tiene de verdadera acción, de lo cotidiano, de lo que debe ser comprendido como la real y verdadera educación en la diversidad.
Los invito a repensar juntos.