Maestros en la estratósfera
El docente, en tiempos de pandemia o de relativa "normalidad", debe centrarse en la imagen de la valija cultural: aquello que considera indispensable para emprender el viaje de aprendizajes con sus alumnos.
Corren tiempos difíciles. No es novedad.
Lo que parecía un orden preestablecido, ha sido puesto patas para arriba y los docentes nos encontramos afrontando quizá la más dura de nuestras batallas: reinventarnos.
Ante la hostilidad de la situación, donde nos vimos despojados de las aulas y arrojados a lo que, lejos de ser nuestra casa pareciera ser la estratosfera, intentamos mantener lazos, vínculos y aprendizajes desde la Estación Espacial...
Pero...
Houston... tenemos un problema...
O mejor dicho, tenemos varios...
Nadie nos había dicho que emprenderíamos este viaje, ni cuándo comenzaba, ni de dónde salía la aeronave, ni mucho menos cuánto duraría...
Nadie nos había preparado para mantener lazos a través de pantallas, y alimentar nuestro ego con algunas pocas devoluciones...
Nadie nos había dicho que la tecnología iba a ser nuestra principal herramienta, y en ocasiones una enemiga recelosa que se resiste a hacer lo que nuestra mente ordena...
Pero aquí estamos, más de dos meses y medio después, quién sabe cuántos días, horas, minutos y segundos, elaborando la manera de mantener la misma escuela disfrazada bajo lo que denominamos "Situación Educativa de Emergencia" o "Continuidad Pedagógica"...
Ya no sabemos de sábados,
ni domingos,
ni feriados...
Nos escribimos hasta altas horas de la noche, nos recomendamos apps, pensamos la forma de afrontar todo este viaje con lo que tenemos y cómo lograr lo que no tenemos...
Revisamos contenidos prioritarios, obviamente una vez más le damos un lugar preponderante a las alfabetizaciones clásicas, intentando convertir la casa en aula y la pantalla en pizarrón...
Tenemos nuevos asistentes, que no están muy felices con su puesto... Esos padres que se han visto también inmersos en este viaje de destino incierto...
Les propongo una idea...
Hagamos este viaje pensando en nuestra valija y la valija de nuestros niños...
Pensemos en la valija que debe llevarse, esa que tiene todo lo que necesitamos para un viaje.
En este caso, el lugar de la Escuela es y será siempre la transmisión de la cultura, el acercamiento democrático del saber, el desarrollo máximo de las potencialidades de ese niño, hoy y aquí, en estas circunstancias.
Pensemos en esa valija como un espacio en donde no se acrecienten las diferencias del que tiene y el que no tiene.
Pensemos en esa valija como un espacio que promueva aprendizajes, pero también acompañe en un viaje con placer, con disfrute...
Pensemos en que todos estamos en la misma ruta, pero no todos tenemos el mismo vehículo: algunos están caminando, y otros siguen llegando al espacio con sus naves supersónicas.
Pensemos que el viaje no es definitivo, pensemos que alguna vez volveremos a las aulas, y podremos decirnos unos a otros... ¿Qué tal estuvo tu viaje?
