¿Es posible enseñar la creatividad?
¿Se puede enseñar a que la persona sea creativa?
¿Es la creatividad educable?
¿Cuál es el lugar del Nivel Inicial en el desarrollo de los procesos creativos?
"La creatividad es inteligencia divirtiéndose"
Albert Einsten
Me gusta pensar en el concepto amplio de cultura. Pensarla como un entramado, definirla como todo lo que hace el hombre. La cultura se habita, se simboliza, se significa en la medida en que el sujeto se sumerge dentro de este entramado. Es decir, no hay cultura sin sujeto y, creo yo, no hay sujeto si no es visto dentro de su cultura.
Históricamente, se pensaba que la cultura sólo era por y para los iluminados. Desde Miguel Ángel, Dante, la Escuela de Atenas, todos conceptos que remitían a una elite de cultura a la que el ser humano sencillo no tenía acceso.
Hemos avanzado en el concepto de cultura y con el, el concepto de creatividad como la mano que forma ese entramado, identificado con :
La propia expresión
La resolución de problemas
El pensamiento divergente
La imaginación
La fantasía
La iniciativa
La exploración activa
La confianza
La capacidad para ir más allá de la información dada.
Para que haya creación el sujeto debe entrar en contacto con la realidad, con la cultura viviente. Nadie crea de la nada. Siempre hay un sustento material e ideológico dentro de la creación.
Para que la función creativa se desarrolle, es imprescindible regarla de experiencias, intereses y necesidades, poder prever la capacidad de combinarla con experiencias previas e incluir algunos conocimientos técnicos también.
Hay muchos rasgos que en los niños nos indican su potencial creativo. Como docentes, tenemos la obligación de conocerlos y no ponerlos a la sombra de otras enseñanzas, sino aunarlos como parte de la práctica cotidiana de cada disciplina. ¿Por qué? Porque la creatividad, queridos colegas, no es una propiedad exclusiva del arte.
Los niños nos desafían permanentemente con su:
Curiosidad persistente, no se satisfacen con respuestas superficiales.
Flexibilidad, o sea, la creatividad para usar métodos alternativos.
Sensibilidad ante los problemas del entorno.
Redefinición, es decir, buscar nuevos usos o finales a las cosas.
Originalidad, para dar respuestas, para producir.
Capacidad de percibir lo cotidiano.
La pregunta sería... Si los niños son capaces de poner en tela todas estas virtudes creativas diariamente, ¿Por qué molesta algunas veces estas conductas a los adultos? ¿Somos capaces de usarlas en beneficio de cada instancia de aprendizaje?
Algunas formas de utilizarlas serían:
Estimular a contar lo que ve, piensa o imagina.
Permitirle describir con largueza sus sensaciones y sentimientos.
Alentar la observación.
Ofrecer libertad de experimentar.
Ayudar a formular hipótesis.
Alentar la fantasía.
No esperar la respuesta adecuada a su forma de actuar.
Ampliar el campo de sus experiencias.
Favorecer la comparación.
El Nivel Inicial puede y debe convertirse en un laboratorio para el aprendizaje creativo. Imaginar, curiosear, argumentar, comparar, preguntar deben ser eje de la enseñanza en cualquier disciplina. No podemos subyugar la creatividad al lenguaje artístico, sino pensar la cultura en este amplio entramado que hablamos al inicio. Un niño puede mostrar su creatividad en la resolución de cualquier situación cotidiana y debe ser alentado como tal, aunque no pinte como Rafael... Creo que aquí es donde hacemos agua.
¿Damos a los alumnos posibilidades diariamente de mostrarse creativos más allá del lenguaje plástico-visual
La respuesta es que más allá de hablar de una creatividad educable debiéramos hablar de una escuela creativa, que aliente y permita respuestas diversas a los mismos interrogantes, que destaque lo que los niños pueden hacer y no el fracaso. Ellos nos dan múltiples pruebas de que, casi innatamente, son creativos. No hagamos del Nivel Inicial la muerte de la creatividad.
Bibliografía de consulta
https://es.slideshare.net/Yechiquita/revista20-nba206-azzerboni