Conociendo a Rocío Luz
Hoy les traigo otra historia de vida...
Desde que soñé con este Blog, lo pensé como un espacio de servicio, un lugar que apuntara modestamente a mejorar infancias, a hacerlas más felices, a tratar de involucrarnos más con las problemáticas que merecen atención y a preocuparnos menos por aquellas que sólo necesitan un poco de paciencia.
Noemí trabaja conmigo.
Desde que la conozco, hace ya más de seis años, siempre ilumina su mirada cada vez que habla de Rocío. He visto sus fotos, he conocido sus logros, me ha hablado también de sus complicaciones y siempre con un destello de amor tan grande que merecía una entrada en este Blog.
No creo que necesiten más palabras mías, los dejo con las de ella...
"Hace treinta y dos años me convertí en una orgullosa tía. Tengo varios sobrinos, todos únicos y especiales para mí. No podría describirlos en unas pocas líneas. Pero intentaré contarles de Rocío Luz, ella nació hace veintiséis años con Síndrome de Down y una salud muy comprometida.
Poco sabíamos en ese momento de este síndrome, pero eso no fue lo importante, lo esencial era mantenerla con vida…. sus primeros días fueron días de diferentes diagnósticos, diferentes estadios e intervenciones quirúrgicas. Su mamá aún dolorida por un parto difícil debió luchar con todos los obstáculos de una dura realidad a nivel asistencial, su Obra Social no cubría mucho de lo que Rocío necesitaba, algún profesional distraído que no daba esperanzas, etc.
Mientras tanto, la pequeñita se aferraba a la vida con todas sus fuerzas.
También fueron muchos los que se acercaron, nos dieron su apoyo, su pediatra el querido Dr. Nelson Serafini y el Dr. Ruiz , que trasladó todo su equipo para poder operarla.
Muchas enfermeras, personal auxiliar que entendían a esta mamá y cálidamente la contenían.
Fue así que varios meses después Ro llegó a su casa por primera vez, con una sondita para alimentarse. Era el premio más grande. Allí estábamos su familia esperándola con todos los miedos y lágrimas contenidas y también todas las esperanzas puestas en esta bebita de ojos rasgados, que llegó a nuestras vidas para darle otro sentido, fue olvidarse de pequeñeces y egoísmos, ella nos necesitaba y nosotros a ella.
Con el correr del tiempo, fueron más las internaciones e intervenciones y también las dificultades
Pero Ro tiene una mamá luchadora que arremetió contra todo, para lograr una mejor calidad de vida en cuanto a salud y educación para su hija. Sus hermanos la amaron, la mimaron desde el primer momento como sólo los niños pueden hacerlo, incluyéndola en sus juegos y travesuras, con sus amigos. Y hoy adultos, siguen haciéndolo. Rocío disfruta mucho de ello. Le encanta tomar mate, la rica comida, escuchar música, especialmente folclore.
Ella supo despedirse amorosamente de sus abuelos y con su inocente sonrisa, nos ayudó en momentos tan tristes.
La vida de Rocío no es la de sus hermanos, ella habla poquito y no camina, pero entre amigos, familiares y sus terapeutas Florencia y Jessica, la cuidamos y protegemos.
Ella lo retribuye enormemente, es el ser más dulce, puro y noble que hallé en mi vida y le doy gracias a Dios por ello…"